07 julio 2006

A felicidade é uma coisa louca

A felicidade é uma coisa louca
Mas tão delicada também
Vinicius de Moraes


Ella volvió a encontrarme en la página de un diario, donde contaba que aquel 11M yo también tuve en el bolsillo un billete de tren.

Hace unos días, dos años después, volvió la tristeza (Tristeza não tem fim), pero esa misma mañana, cuarenta personas murieron por un fallo humano mientras viajaban en un vagón. Y yo pasé de sentirme desesperanzado, triste, a sentirme tan ridículo.

Lo nuestro empezó y terminó con un montón de cuerpos entre las vías.
Mi alegría quizá llegue de la estación algo más vieja y cauta. La de ellos no.

1 comentario:

montse dijo...

El dolor duele y la tristeza es tan triste que te sientes como una piedra lanzada en un charco. Y tu pena se abre en círculos concéntricos que se alimentan de muertes y miedos. Y al no respetar ni el espacio ni el tiempo, te hundes en el charco lleno de lodo. Justo en el peor momento llega tu hijo y mira el charco y solo ve una piedra brillante, y la coge, la limpia y se la guarda en su bolsillo mágico.