28 noviembre 2007

20 años de sangre en una sábana

Hace veinte años mi amigo González y yo decidimos escribir una obra de teatro. Ya habíamos escrito algunas cosas juntos, pero nunca teatro, a pesar de que desde hacía unos años formábamos con compañeros de instituto una compañía de teatro. En diciembre de 1987 nos comunicaron que habíamos ganado un premio nacional del Ministerio de Cultura para menores de 30 años, el Marqués de Bradomín.

Al año siguiente estrenamos la obra con aquella compañía, Jácara Teatro, en el Teatro Campoamor de Oviedo. Ésta es la escena en la que mejor lo he pasado interpretando.

05 noviembre 2007

Aleteos



Sofía Su-Wei tiene tres años y está convencida de que vuela. Para ella es muy sencillo, solo tiene que extender los brazos y agitarlos de arriba a abajo. Entonces se eleva lentamente sobre el suelo varios minutos. Con un poco de práctica ha conseguido transitar desde la cama hasta el salón, procurando no despintarse las uñas cuando se golpea en las paredes del pasillo. Lo difícil no es girar, ya que se ayuda de los pies, sino abrazar a sus padres en vuelo sin perder un centímetro de altitud.

Hace poco agitó tanto los brazos y voló tan alto, que se quedó pegada en el techo y no bajó hasta que su madre le hizo cosquillas con el palo de la escoba. Y aunque solo ocurrió una vez y porque estaba enfadada, desde entonces su padre le prohíbe alzar el vuelo fuera de la habitación de juegos. Ambos, padre y madre, consideran ahora vender el ático y marcharse al campo para alejar a sofía de esta ciudad tan llena de cables. Los dos terminaron por acostarse muy tarde tratando posibilidades y planes, pero al fin durmieron felices y relajados gracias a ese ruido que produce el aleteo de Sofía al otro lado de la pared.

Y todo por culpa del tío Paco, que no se le ocurre otra cosa que enseñarle a volar.