16 diciembre 2010

1936, campamento de verano

Poco tiempo después de que alguien del regimiento tomara esta foto, la mayoría de los retratados fueron fusilados. Mi abuelo está sentado en la fila de enmedio, el segundo empezando por la izquierda. Estaba destinado en el cuartel de Larache, Marruecos, cuando el golpe militar del 36. Algunos de los que se sublevaron están en la foto. Vaciaron el campamento de armas y le anunciaron al Coronel que se acabó la República. Les dijeron a sus compañeros que aquellos que no estuvieran de acuerdo, no tenían por qué seguirles, y luego los fusilaron. A mi abuelo le encarcelaron porque dijo que a ese paso los fusilarían a todos. Oralizar lo que había de pasar le salvó de ello. Mi abuela decía que muchas esposas conseguían sacar a sus maridos del encarcelamiento, por muy republicanos que fueran, gracias a los favores que prestaban a los mandos. Imagino que mi abuelo odiaba tanto a Franco no por la dictadura, sino porque a partir de ese campamento de verano la vida terminó en un paredón de compañeros muertos.  Mi abuelo murió en el 72, no vio a Franco ascender a los cielos. Ni a sus compañeros salir de la fosa.

22 marzo 2010

Delitos y faltas

Cuando pienso en el movimiento cristiano recuerdo aquella frase fílmica que aseguraba del cristianismo que había contratado a un pésimo publicista: nadie en su sano juicio habría diseñado un logotipo con un hombre clavado a una madera de pies y manos. Parece ser que el Vaticano sigue contratando a los peores publicistas, y que éstos le han escrito la última omilía. Ratzinger, después de condenar la pedofilia de uno de sus sacerdotes, compara estos hechos execrables con el adulterio de la mujer, mencionando aquel "quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Es decir, que el papa parece extender el crimen de su sacerdote al resto de los humanos y, por si fuera poco, lo compara con un acto de infidelidad. Además, de infidelidad femenina.

Habría que responder a Ratzinger que a la humanidad le trae al pairo qué es y  qué no es pecado. Que lo que nos atañe es el delito, y que si Ratzinger ha hablado con dios y dios ha perdonado a los sacerdotes que abusaron, violaron y acosaron a niños y a adolescentes, dios sabrá. Mientras tanto, no hay pecado sino delito; no hay infierno, sino condena.

12 enero 2010

El póster de Levi's


Mi padre llegaba de noche y se marchaba al día siguiente. Una vez, abrió la maleta y sacó un rollo de papel muy grande. Dijo que era un regalo para mi hermano y para mí. Dijo que nos regalaba un culo. Se lo agradecimos mucho. No nos extrañó lo más mínimo porque, en primer lugar, mi padre no se define por andarse con bromas, y en segundo lugar, porque mi padre siempre nos ha regalado cosas así. Un culo, pensamos. Desplegué el rollo de papel 70x100 y mi hermano y yo nos quedamos mirando. Efectivamente era un culo, solo que a la distancia que obligaba la medida de nuestros brazos no podíamos asegurar si era un culo de mujer o un muro pintado de melocotón.

Mi hermano y yo nos reímos. Él más que yo, porque siempre se ríe con ganas de las cosas que tienen gracia, como los chistes de Mortadelo y Filemón. A mí, las cosas que me gustan de verdad me dejan en silencio. Colgamos el póster enorme en la habitación que compartíamos. A dierencia de mis hermanas, mi hermano y yo compartimos siempre habitación. Nunca supimos por qué. Quizá porque no había más que compartir. Mirábamos el culo que colgaba gracias a unas cuantas chinchetas, emplazado justo en el centro de la habitación.

Con el tiempo descubrimos que al lado del culo había un brazo, quién se lo habría figurado. Además, en el cachete derecho alguien había dibujado el pespunte del bolsillo del tejano y había pegado la etiqueta de la marca. Yo no quería imaginar el papelón de aquella chica dejándose pintar con Rotring el pespunte y al afortunado pintor con el Rotring y el pegamento Imedio en la mano. Esa imagen me llevaba  al bisonte de Altamira y al del paquete de tabaco, a Dalí pintando sobre el pecho de Amanda Lear, a las letras tachadas de las frases en protesta de Franco de las viñetas de Forges en el Por Favor, a mis dibujos infantiles donde miles de hombres con sombrero salían de lugares ocultos para ser ametrallados sin piedad. Esa imagen me llevaba a un sinfín de sitios, pero nunca a pensar en Levi's.

Hace pocos años supimos que ese cartel es uno de los más valorados gráficamente de las campañas de Levi's por los expertos en comunicación. Vaya. No lo conservamos, ni nuestra habitación, ni la casa. Pero afortunadamente nuestro padre nos sigue regalando cosas singulares.