
EL DÍA 3 fue el cumpleaños de mi prima Montse. Cuando yo tenía 6 años y ella 5 decidimos fumarnos un cigarro debajo de la cama. Nos lo pasábamos el uno al otro. Cada vez que chupaba el Winston decía auh porque echaba atrás la cabeza y los ganchos del somier se le enredaban en el pelo y le tiraban. Al final, salimos de debajo de la cama y decidimos dejar el tabaco. Ella parecía Einstein.
No hay comentarios:
Publicar un comentario